Uno de los platos típicos cuando llega el verano son los famosos pimientos de Padrón. ¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de “pementos de Padrón, uns pican e outros non!”?
Los pimientos de Herbón son sin duda los más conocidos por todos, cuentan con denominación de origen protegida (DOP). Herbón pertenece a la parroquia de Padrón, de ahí su nombre. Aunque abarcan también Dodro, Rois y los concellos de pontevedreses de Pontecesures y Valga.
Son pimientos de gran tamaño, entre 5 y 6 cms.
Pero en Galicia también contamos con pimientos con indicaciones geográficas protegidas (IGP).
Esto es el caso de los pimientos de Arnoia. En relación con los pimientos de Padrón, son algo mayores en tamaño, forma algo rechoncha y piel más lisa. Y curiosidad, ¡nunca pican! Una buena opción para los que no les guste arriesgar…
Los pimientos “do Couto” también cuentan con IGP. Son de figura espigada y algo dura, casi cilíndrica. ¡Y tampoco pican!
Los de Mougán, también con IGP, se cultivan en Guntín, en la provincia de Lugo. Son más achatados y anchos, con piel fuerte y mucha carne en su interior.
Y por último con IGP, los pimientos de Oímbra, en Verín (Ourense). Tienen un aspecto más particular ya que poseen un color amarillento y forma puntiaguda. Saben dulce y tampoco pican.
Como veis, en Galicia existen muchas variedades de pimientos. Pero todos ellos son producidos entre mayo y octubre, dependiendo de las condiciones meteorológicas, que en Galicia ya se sabe... Por eso en otras épocas del año encuentras pimientos “estilo Padrón”, pero son producidos en Levante, Andalucía o incluso Marruecos. Esto es debido a la gran demanda que tienen durante todo el año.